Durante el II trimestre de Computo y Cívica
estuvimos tratando un tema muy importante que son los derechos humanos de la
niñez y la adolescencia. Estuvimos viendo su concepto, importancia y algunos
ejemplos de estos. En mi opinión sobre este tema, siento que es muy importante
tratarlos ya que día tras día jóvenes de todo el mundo sufren un incumplimiento
de estos derechos. Todos los jóvenes desde su concepción tienen derechos tan básicos
como la vida o libertad, y mientras van creciendo van adquiriendo más, como
puede ser la educación, desarrollarse en un ambiente social o libertad de
expresar su opinión. Todos estos derechos son universales y los poseen todos
por igual, además de no poder eliminarlos ni poder ser transferidos. Muchas
veces se piensa que por ser niños, tienen menos derechos o son inferiores, pero
tenemos el mismo derecho a desarrollarnos y de dar una opinión. Sin embargo, todavía
hay mucha gente que hace caso omiso a esto, llámese bullying o cualquier tipo
de desigualdad que se realice a un niño o niña. También, no solo los niños sino
todos los seres humanos tienen derechos, muy similares a los de la niñez pero
combinados con temas políticos y laborales. Desde hace muchos años y hasta la
actualidad, se ha hecho una desigualdad entre el hombre y la mujer, creyendo que
los hombres tienen más derechos y oportunidades laborales y sociales, cosa que
es muy errónea ya que una mujer puede desarrollarse igual, y hasta mejor en
algunas áreas en las que ha sido limitada. Por eso, se han creado movimientos
en contra de esta desigualdad como es el Feminismo, que busca que ambos sexos
sean por igual y que ninguno sea superior al otro. Y este tipo de desigualdad
no se presenta solo entre los sexos, sino también entre las diferentes razas,
como podría ser el racismo y xenofobia, lo cual cree que un grupo étnico es más
o menos que otro y que se puede esclavizar como si no fueran seres humanos. Y
por último, también sufren de desigualdad las personas que tienen diferentes
preferencias sexuales que las demás, siendo llamadas “antinaturales” y con
otros términos soeces y discriminatorios. Debemos eliminar todos estos
estereotipos y argumentos para que así podamos estar en una sociedad de armonía
y pacífica, donde nadie sea juzgado por sus preferencias, color, opinión o género.
Santiago Crespín Villalobos
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